8 de juny 2012

SOS 4.8 (Go Mag)


En su quinta edición, el festival murciano SOS 4.8 apostó por primera vez por la cualidad por sobre de la cantidad. Eso se reflejó en un cartel mucho más cuidado pero con una afluencia de público no tan masificada como en años anteriores. Sin duda, ambas cosas resultaron positivas para un servidor.
Acompañados por la llegada del calor veraniego, decidimos empezar el festival de buen humor con el ultrashow que Miguel Noguera ofrecía en la sala pequeña del auditorio del recinto. Lo de siempre: una hora justa de descarga de sus ideas ingeniosamente absurdas. A continuación, en la sala principal del mismo edificio, presenciamos lo que sería uno de los conciertos del festival: el de The Magnetic Fields. Con una puesta en escena extremadamente naíf, tazas de te incluidas, ofrecieron una versión enfocada al pop de cámara de sus temas y pudimos comprobar como así sus deliciosas armonías son aún más exquisitas. Ya entrada la noche, The New Raemon defendió solemnemente su repertorio ante un público entregado desde el primer momento. Con su versión de Te debo un baile de Nueva Vulcano nos ganó a todos, y es que cuando hay los Vulcano de por medio resulta imposible ser imparcial. Media hora después de finalizar su actuación fuimos a tomar sitio para el que era el reclamo principal del fin de semana: la actuación de Pulp. No hacía falta que empezara para saber que iba a ser enorme, y es que aún y el paso de los años la enorme presencia de Jarvis Cocker encima de un escenario no ha decaído y la lista de éxitos que posee este grupo es prácticamente interminable. Una hora y media de temazos y carisma dandi culminada por una Common People que consiguió que por fin el público murciano despertara y respondiera al grupo con la euforia que se merece. Tras ellos, The Gossip hicieron bailar a la multitud con sus éxitos pero aburrieron con sus medios tiempos cercanos al soul. Al final de la actuación Beth Ditto se aproximó al público y rindió homenaje a Whitney Houston con una versión a capella de I'll always love you. Simian Mobile Disco fueron los encargados de poner el broche final a nuestra primera noche con una excelente sesión encarada al house que contuvo desde nostalgia acid a hits recientes de Swims y Washerman. Cerraron con Seraphim, uno de los mejores temas de su último álbum.

El sábado no podía empezar de mejor manera que con el concierto de Yuck, una suma de lo más destacable de cada una de las bandas del indie-rock de los 90. Es impresionante como a pesar de tener un solo disco y ofrecer un concierto de 45 minutos, muchos echamos en falta algunos de sus mejores temas. No obstante interpretaron sus canciones con una soltura y una efectividad que los confirmaron como la gran esperanza para los fans del género. Una de las ventajas de ir a un festival como el SOS es que puedes ver a grupos como Mogwai cómodamente desde las primeras filas. Los escoceses brindaron un concierto atronador, centrado en su último trabajo pero que también incluyó algunos de sus clásicos, como Hunted by a freak o una descomunal Mogwai fears Satan. Justo después, un seguido de coincidencias nos permitió disfrutar del concierto de The Flaming Lips disfrazados de personajes del Mago de Oz y al lado de los miembros de Yuck y de unas cheerleaders alocadas. Impagable poder bailar mientras observábamos las caras de ilusión del público mientras el confeti les caía encima y quedaban cegados por los láseres que disparan las manos gigantes que utiliza puntualmente Wayne Coyne. Ante la duda de si su voz iba a estar o no a la altura del contundente concierto, desde arriba nos pareció que sí y posteriormente nos lo confirmó el resto del público. El pseudokaraoke de La Casa Azul fue el concierto ideal para todos aquellos que íbamos a disfrutar de grandes canciones pop sin prejuicio alguno. En cambio, al concierto de CSS le faltó energía más allá de la actitud de su cantante Lovefoxxx y terminó por aburrir a los que no éramos incondicionales de la banda.

En definitiva, esta edición del SOS 4.8 ha sido ideal tanto para aquellos que querían pegarse la fiesta (recordemos que había un escenario dedicado en su totalidad a la electrónica “garrafonera”), como para los que íbamos a disfrutar de grandes bandas entre un público relativamente respetuoso. Esperamos que en las próximas ediciones se siga apostando hacia este nuevo enfoque y, puestos a pedir, que lo apliquen también a la parte electrónica, el punto negro del festival si obviamos la presencia de Simian Mobile Disco, John Talabot y Pional.

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