“Grow?
Never.”. Este fragmento de uno de los poemas que Thurston Moore
recitó en su último concierto en Barcelona es toda una declaración
de principios. Y es que a sus 53 años, el Peter Pan del indie
protagonizó un intenso concierto en el que quedó más que patente
que sigue habiendo vida después de su reciente ruptura con Kim
Gordon y la consecuente disolución indefinida de Sonic Youth. La
actuación tuvo un tinte más artie de lo habitual a causa de los
varios poemas que el influyente guitarrista leyó impulsado por su
amiga y musa Lydia Lunch. En lo estrictamente musical, el concierto
se centró en su último disco, aunque el repertorio también incluyó
canciones de sus otros trabajos en solitario y varias descargas de
ruido propias de los momentos más salvajes de su banda madre. En
estas, las dos guitarras, el violín y la batería eran torturados
mientras Thurston saltaba, sacudía su rubia melena y miraba al
público con un posado desafiante propio del adolescente eterno que
parece ser.
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